No nos habíamos olvidado de él, pero la final de la Europa League volvió a poner en boca de todos a Antoine Griezmann. El francés demostró una vez más que es un jugador tocado por una varita y volvió a desnivelar un encuentro importante para los suyos, consiguiendo esta vez su primer gran título como jugador rojiblanco.
No le hizo falta una actuación aplastante. Apareció para hacer el 0-1 cuando peor estaba su equipo y, ya en la segunda parte, supo desmarcarse para recibir de Koke y batir con un suave toque a Mandanda. 0-2 y a otra cosa, que pensaría el galo.
Pues bien, con su continuidad en el alero, el superlativo desempeño en la final de Lyon ha magnificado las sensaciones en relación a su figura. La hinchada 'colchonera' se debate entre el agradecimiento y el recelo ante una salida que parece más próxima que otra cosa. Otros creen que el título de la Europa League podría cambiar su forma de ver las cosas. Y, por último, el Barcelona se frota las manos por el negocio que puede hacer con el fichaje del futbolista.
El equipo azulgrana intentará por todos los medios negociar una salida amistosa con el Atlético de Madrid. Entienden en 'can Barça' que las relaciones con el conjunto 'colchonero' son buenas ahora y no quieren que un fichaje así lo estropee todo de golpe.
Pero en el Metropolitano no están por la labor de dejar salir a su héroe así como así y le ofrecerán prácticamente lo que quiera para que esté cómodo en la capital. Además, ya han anunciado que no rebajarán la cláusula de rescisión del jugador ni un céntimo.
Una cláusula que, recordemos, es de 100 millones de euros hasta el 1 de julio. Pero que el Barcelona espera convertir en un traspaso por aquello de ahorrarse impuestos que encarezcan aún más el fichaje. 'Sport' confirma que 115 millones de euros podrían tener la 'culpa' de un acuerdo entre el Atlético y los azulgranas y que, en ese caso, el fichaje podría producirse a mediados de julio, con el Mundial ya finiquitado.
De lo contrario, al Barça no le quedará más remedio que acometer el traspaso mediante la cláusula de rescisión el mencionado 1 de julio, con todo lo que un fichaje tan apresurado conllevaría. Unos aún confían en una marcha atrás de Griezmann y los otros ya lo ven con la camiseta azulgrana. Una incógnita que, para un lado o para otro, quedará resuelta en cuestión de mes y medio.