Todo apuntaba a que Piqué viviría un cómodo encuentro en el banquillo del Ciutat de València junto al resto de sus compañeros, pero al final tuvo que salir antes de tiempo. El central tuvo que calentar rápidamente en la banda por los problemas físicos de Vermaelen.
El belga sintió un tirón en la parte posterior del muslo a los 28 minutos de juego y ahora estará pendiente de las pruebas médicas que le realice su equipo, ya que el Mundial podría estar en peligro.
El duelo para el conjunto entrenado por Valverde se convirtió en una pesadilla por el rendimiento de un Levante que llegó a colocarse con un 5-1 en el marcador para desdibujar al Barcelona sobre el verde.