Cuando hace dos veranos se le vio ocupar un puesto fijo en la Eurocopa que ganó de manera sorprendente la Portugal de Cristiano Ronaldo, Europa se abalanzó sobre él. El Bayern fue el equipo más rápido y los 35 millones que le pusieron encima de la mesa al Benfica convencieron a la entidad lisboeta... que a día de hoy estará frotándose las manos por la operación.
Desde que terminó ese verano, la vida de Renato ha cambiado por completo. Llegó a Múnich poco antes de cumplir los 19 años y la majestuosidad del equipo bávaro se le quedó tan grande que sólo sumó un número de minutos (909) que equivaldría a diez partidos completos.
Debido a su corta edad, desde Baviera decidieron no deshacerse de él, dándole un voto de confianza que le llevó a Gales. El Swansea aceptó el reto de empezar a pulir este diamante que no pudieron dejar al descubierto en Alemania... pero no lo están consiguiendo.
Su aventura en Gran Bretaña no está siendo como esperaba. Empezó teniendo minutos, disputando cuatro de los cinco primeros partidos, pero unas molestias le privaron de jugar dos jornadas y desde entonces, el declive empezó a dejarse ver.
Encadenó cuatro encuentros más tras la pequeña lesión y Paul Clement, entrenador del equipo, informó que el centrocampista dejaría de jugar por no estar haciendo méritos: "Tengo que pensar primero en el equipo. Renato es un buen jugador, pero para empezar a ayudarnos tendrá que demostrar cosas. Cuando vuelva a hacerlo, será convocado más veces".
El cuerpo técnico no contó con él durante cuatro jornadas consecutivas y volvió a darle minutos a finales de diciembre. Con un poco más de ritmo, consiguió a encadenar dos partidos completos, pero la mala suerte le castigó con una sucesión de molestias y lesiones musculares que se ha extendido hasta hace unos días.
Hace poco más de una semana, el centrocampista recibió el alta, pero no ha vuelto a vestirse de corto en las dos jornadas que ha disputado el equipo con él en el banquillo. Su registro es de 15 partidos (859 minutos) y una asistencia. Actuaciones irregulares, falta de ambición y lesiones inoportunas le han llevado a ser casi un invisible en Swansea, y no parece que esto vaya a cambiar, ya que los 'cisnes' se jugarán la salvación en estas dos próximas jornadas.