La historia del joven 'colchonero' es otro viaje en montaña rusa de esos que suelen protagonizar los canteranos y que suelen dejar a más de uno por el camino por la falta de entereza mental para digerir el cambio. No es fácil estar sentado en el banquillo junto a Vitolo, como le ocurrió a Olabe, y horas después estar en el Cerro del Espino actuando frente a un recién ascendido de Tercera.
Sin embargo, el cachorro de Simeone demostró estar a la altura. Lejos de sufrir vértigo, se implicó al máximo en la empresa de su equipo, que era conseguir los tres puntos para seguir remando hacia las posiciones de cabeza.
Olabe tuvo una actuación destacada. Su gran logro, más allá de no vivir de la falsa ilusión de haber sido convocado por la primera plantilla, fue asistir a Jorge Ortiz para que hiciera el segundo tanto que abrochaba el triunfo del filial, por más que luego el Adarve recortara distancias de penalti.
En Ipurua había fango. También en el Cerro del Espino. Lo que hay en la cabeza de Olabe, o eso parece por ahora, son buenos mimbres para pensar que puede seguir alternando primer y segundo equipo sin que se maree.
Gran victoria!!pic.twitter.com/9B5Mtum2Dx
— Roberto Olabe (@robertolabe) 14 de enero de 2018