Bayern y Wolfsburgo se asomarán al Volkswagen-Arena en una nueva jornada de Bundesliga, que mostrará al público alemán un partido con mucha historia detrás. Ha habido multitud de resultados para uno y otro bando, pero un nombre destaca por encima de todos en el pasado reciente: Robert Lewandowski.
El polaco, allá por septiembre de 2015 y con Guardiola como técnico del Bayern, destrozó a un Wolfsburgo que llegó a adelantarse en el marcador. De hecho, los visitantes se marcharon por delante al descanso, pero no contaban con el factor Lewandowski ni con un Allianz efervescente.
Un gol, dos goles, tres goles, cuatro goles y cinco goles. Uno detrás de otro fueron llegando los tantos de un delantero incontroblable, que cursos atrás ya le había hecho cuatro al Madrid en la Champions. Lo impresionante del dato, más allá del repóquer goleador, fue el tiempo que necesito para lograrlos: nueve minutos.
Entre el 51 y el 60, el fantástico atacante desmontó a un Wolfsburgo que no pudo contener el instinto del jugador del Bayern. El último gol, después de una volea sensacional en el balcón del área, obligó a Guardioa a llevarse las manos a la cabeza en una imagen que ya es icónica de la Bundesliga.
Una actuación memorable, nueve minutos para la historia de un Lewandowski que vuelve a ser la amenaza de un Wolfsburgo que no termina de encontrar su camino, pero que fue una de las gotas que colmó el vaso de Ancelotti en la primera vuelta.
Two years ago today. Never forget when the GOAT Lewandowski scored 5 goals in 9 minutes against Wolfsburg.. pic.twitter.com/dJePOCMDbe
— Sharky (@afcSharky) 23 de septiembre de 2017