El Bayern corrió más, pasó más, tiró más... y en líneas generales llevó mucho más peligro durante toda la eliminatoria ante el Real Madrid, pero quedó eliminado y buena parte de culpa la tienen los dos errores defensivos en la ida y la vuelta que los alemanes recordarán siempre.
En el choque disputado en el Allianz, Rafinha regaló un esférico siendo el cierre de un saque de esquina de su equipo y Marco Asensio fue infalible para hacer el 1-2 y dejar la eliminatoria muy encarrilada para el partido de vuelta.
El brasileño, que no es titular habitual con los bávaros, tuvo que ocupar el once inicial por la baja de Alaba, que no llegó a tiempo para estar en el partido de ida. Su imprecisión acabó siendo decisiva para el devenir de los acontecimientos, pues el Bayern tuvo que afrontar el partido de vuelta con muchos riesgos y el resultado final, de empate a dos, terminó por ser insuficiente para conseguir el billete a Kiev.
De vuelta al choque del Santiago Bernabéu, el Bayern puso las cosas casi igualadas de salida y, aunque el Real Madrid reaccionó con el gol de Benzema, la segunda parte se presentaba abierta, con el Bayern necesitando dos goles para estar en la final.
Sin embargo, casi nada más sacar de centro, Ulreich tuvo un error imperdonable y los bávaros ya no se recuperarían más. El arquero dudó en un pase atrás de Thiago que se quedó corto y, en vez de atrapar el balón con la mano, concediendo un libre indirecto, se hizo un lío al intentar despejar y acabó poniéndole en bandeja el 2-1 de nuevo al atacante francés.
Ausente Neuer durante toda la temporada, el portero se había convertido en uno de los hombres destacados del Bayern, pero falló en el peor momento para los de Múnich. Dos errores groseros, el de Rafinha y el de Ulreich, que acabaron costando una final europea para un Bayern que, si bien tal vez no fue mejor, al menos sí que estuvo a la misma altura que el Real Madrid en los 180 minutos que duró la eliminatoria.