Correa materializó el gol de la victoria ante el Atleti, pero en realidad también prosiguió en la nueva idea de juego que trae consigo el nuevo entrenador del Sevilla.
Montella hizo de su equipo una muralla a la que no le hicieron demasiadas ocasiones, a parte de ser durante todo el encuentro un equipo con mucho peligro en ataque.
"El hecho de que ahora exijamos más a los mediocentros con la presión alta y que al recuperar se busque más la profundidad me hace jugar más comodo y explotar mis características". Esas fueron las palabras de un Muriel contento con el nuevo Sevilla.
La entrada de N'Zonzi dotó al equipo de solidez y equilibrio, Correa demostró en su última jugada el futbolista que puede llegar a ser y Banega dio una clase de salida de balón. El Sevilla vuelve a ser el Sevilla. Montella ha podido dar, de momento, con la tecla.