Si tu equipo está teniendo problemas para evitar el descenso y necesitas motivación, sigue leyendo. La que nos ocupa, es una historia de superación y fe en las posibilidades de uno mismo casi incomparable en el mundo del fútbol.
Sólo así se puede entender que el Randers remontara 14 puntos en 16 partidos y lograra la salvación en la Liga Danesa de la temporada 2009-10. El equipo, que disputaba competición continental en Europa tras su buena campaña 2008-09, acusó en el campeonato nacional el esfuerzo de la Europa League.
El inicio fue totalmente descorazonador, con cero victorias y sólo cinco empates en los primeros 17 partidos de liga. Una competición que, a través de tres vueltas de 11 choques, únicamente contemplaba 33 encuentros. El Randers se encontraba en última posición en esa jornada 17 y el SonderjyskE estaba a 14 puntos de diferencia, con el Koge entre medias en una situación casi igual de desesperada que la del Randers, pues sólo tenía 8 puntos.
Muchos hubieran tirado la toalla y hubieran comenzado a planificar la siguiente temporada en ese momento y de hecho fue lo que hizo el Koge, que rápidamente quedó descartado de la lucha por la permanencia. Pero el Randers tenía otra idea en mente. La decimoctava jornada vio la primera victoria del equipo, por 2-1 ante el propio Koge.
Diez jornadas después, con seis victorias y cuatro empates, el equipo seguía sin conocer la derrota y ya estaba a sólo dos puntos de Aarhus y SoderjyskE. Pero quedaba lo más difícil. Un nuevo esprint espectacular, con tres victorias y un empate más, dejaba al equipo fuera del descenso y dependiendo de sí mismo en la última jornada.
El Randers perdió ante el Brondby por primera vez desde la jornada 16 -¡estuvo sin caer derrotado de noviembre a mayo!- y casi tira por la borda todo el trabajo el último día, pero todos sus rivales por el descenso también cayeron y el que acabó bajando junto al Koge fue el Aarhus, que estaba a 19 puntos de los celestes en el intervalo invernal.