"Empecé a entrenar con la pelota, haciendo pases, tiros... Me sentí bien, a gusto. Está claro que tenía un poco de miedo, pero lo perdí poco a poco", afirmó el brasileño sobre su vuelta al césped.
En más de una ocasión ha hablado del miedo que siente cuando piensa en el momento de su reaparición: " Yo sé que todo el mundo está nervioso, pero nadie está más ansioso que yo por volver y nadie tiene más miedo que yo".
Con el Mundial a la vuelta de la esquina, Neymar no ocultó sus ganas porque llegue tan importante cita: "Jugar este Mundial después la lesión es el mayor desafío de mi carrera. Fue difícil porque tuve una buena temporada y de repente me lesioné".
"Ha sido una experiencia nueva, pero no quiero vivir este tipo de cosas nunca más... incluso si sirve como una lección para redoblar los esfuerzos en el entrenamiento. Tuve miedo de no volver a tiempo, aunque me tranquilicé después de las primeras pruebas", apuntó.
Por último fue cuestionado sobre qué sería capaz de hacer si Brasil gana el Mundial: "¿Si me raparía si nos llevamos el Mundial? Si ganamos, haré todo lo que quieras".