El encuentro tuvo que ser suspendido durante la primera mitad a causa de la incesante nieve que estaba cayendo sobre el césped. Prácticamente no se veía el verde sobre el que jugaban los jugadores de dichos equipos, habituados al frío de Noruega.
El exceso de nieve provocó que el balón no pudiera rodar de la manera correcta y el árbitro se vio obligado a pausar el choque, dando entrada a un tractor que empezó a retirar la nieve con viajes en 'zig zag'.
40 minutos duró el parón, justo lo que tardó la máquina motorizada en retirar la mayor parte de la nieve.