Arrancó el encuentro con mucho ritmo, el ímpetu de ambos conjuntos se palpaba en cada disputa por el balón en la batalla por el centro del campo.
El poderío físico 'blue' le dio el protagonismo inicial a los de Conte, que trataban de superar a los 'gunners' por la fuerza.
Sin embargo, la apuesta de Wenger por los 'jugones' le terminó dando la posesión y, por ende, el mando.
Aunque tenía el balón, el Arsenal evidenciaba su preocupante fragilidad defensiva en cada contragolpe del Chelsea.
Apenas había transcurrido el primer cuarto de hora, cuando Alexis escenificó la 'crueldad' del destino que históricamente se ha cebado con los 'gunners'.
Una excelsa pared del chileno con Ozil acabó con un disparo que dio en los dos palos a la espalda de Courtois para acabar alejándose de la red 'blue'.
El 'malfario' local espoleó a ambos conjuntos que disputaron con vehemencia cada balón, pero acudieron al descanso sin goles en el marcador.
El segundo tiempo arrancó como el primero, con Hazard asumiendo el protagonismo, abalanzándose sobre el área de Cech.
Cada embestida del delantero belga hacía temblar a la parroquia 'gunner', desconfiada de la solidez defensiva de sus zagueros.
Capricho del destino, Wilshere confirmó su 'renacimiento' y adelantó al Arsenal en el electrónico.
Sin embargo, la alegría duró apenas cuatro minutos, cuando Bellerín cometió un penalti absurdo sobre Hazard, que él mismo se encargo de materializar.
El empate dio alas al Chelsea y acomplejó al Arsenal, decantando la iniciativa hacia el cuadro visitante.
A pesar de conseguir domar la agresividad de los de Conte, Marcos Alonso sacó a relucir las miserias de los de Wenger y remontó el encuentro en el minuto 83.
Cuando la hinchada local ya asumía la tragedia, Bellerín logro resarcirse de su error e igualó el partido desatando la locura en el Emirates en el 92.
Apenas dos minutos de descuento restaban, pero Morata y luego Zappacosta no aprovecharon el enésimo regalo de la defensa del Arsenal y se repartieron los puntos en el derbi de Londres.