Un querer y no poder. Eso fue el Manchester United en su visita al The American Express Community Stadium. Ante un rival que se jugaba su permanencia en la Premier, los 'red devils' pagaron cara su falta de intensidad en el partido.
Con buena parte de su equipo titular, los de Mourinho se presentaban al choque con la intención de sellar el subcampeonato. Con cinco puntos de ventaja sobre el Liverpool, todo estaba de cara para finiquitar el objetivo y dar por terminada la temporada.
Pero el Brighton no le dejó. Gracias a un gol de Pascal Gross, cuyo remate de cabeza al segundo palo entre por escasos milímetros. Imperceptible para el ojo humano, fue la tecnología la que le chivó al colegiado que el esférico había traspasado la línea de fondo.
Los locales echaron el cerrojo para resistir las embestidas del United durante la más de media hora que restaba de partido. Y lo hicieron sin muchas dificultades a decir verdad. Los de Mourinho tenían la posesión, pero apenas remataron entre los tres palos en tres ocasiones.
Así, el Manchester se las verá con el West Ham y el Watford en las próximas jornadas para intentar conseguir el sucampeonato. Por su parte, fiesta por todo lo alto en el Brighton para celebrar un año más en la Premier.