Primero le robó el gol a Isco. El malagueño se sacó un centro-chut muy peligroso que se envenenó al llegar al área, pero nada pudo hacer ante la seguridad del meta amarillo.
Pero la parada de más mérito llegó tan sólo unos segundos más tarde, con un lanzamiento de falta de Cristiano. Era la distancia favorita para el portugués y el balón estaba escorado perfectamente para su golpeo... pero no logró abrir la lata.
Y no lo hizo porque Asenjo pudo sacar una mano milagrosa para tocar lo suficiente el balón para que se estrellara contra el larguero. Como nota meritoria para el portero, cabe destacar que el esférico tocó en un defensa de la barrera, cambiando su trayectoria lo suficiente para que cualquier mortal no hubiera llegado a despejarla.
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— Yassine Ouasmine (@YassineOuas) 13 de enero de 2018