Luis César tiene que decidir si quiere mirarse en aquel Valladolid que vivió una montaña rusa en la 2015-16, o en el Getafe de Bordalás que el pasado curso logró ascender habiendo sumado 44 puntos en las 30 primeras jornadas.
Aquel Valladolid de hace dos cursos llegó a estar en descenso con Gaizka Garitano, y Miguel Ángel Portugal logró devolver el espíritu competitivo a un equipo roto.
Le sacó del pozo y le llevó a soñar con que la pelea por el 'play off' era posible. Sin embargo, en la Jornada 31 el Mirandés le endosó un 4-1 y el equipo se desconectó. Entró en barrena y terminó salvándose a dos jornadas del final, previa destitución del técnico burgalés.
La otra cara de la moneda son los citados 44 puntos sumados por Bordalás al frente del Getafe el pasado curso. A diferencia de este Valladolid, aquel Getafe era sexto y cerraba el 'play off'. Terminó la temporada tercero, a dos puntos del ascenso directo.
Entre medias está el caso de Herrera, que tras 30 jornadas tenía sólo 42 puntos, pero se quedó a un gol, no a una victoria o a un empate, a un único gol a favor de meter a aquel Valladolid de la 2016-17 en el 'play off'. Hay razones para el optimismo.
La Segunda división es así. Una buena racha te puede aupar a los altares, pero una mala fácilmente te hunde en la miseria.