A nadie se le escapa que PSG y Liverpool estarían rindiendo aún mejor si tuvieran un buen cerrojo en la portería. Los parisinos no han pinchado demasiado, pero Areola y Trapp han dado muestras de manera constante de que el puesto de arquero titular les viene demasiado grande.
Similar le sucede a Mignolet y Karius en Anfield. Son dos guardametas aceptables que tienen el gran lunar de su falta de regularidad, un atributo muy necesario en un grande.
Por ello, tanto 'reds' como parisinos siguen de cerca las evoluciones de Alisson Becker. El internacional brasileño está siendo una de las sorpresas positivas de la campaña en la Roma y no se descartaría un acercamiento por el jugador en este mercado de fichajes o de cara al verano.
Los italianos, en todo caso, son poco partidarios de vender a un jugador que creen que será un portero 'top' en Europa durante los próximos diez años. Los millones de los franceses y el potencial adquirido por el Liverpool con la venta de Coutinho pretenden cambiar esa percepción en el conjunto romano.