El fútbol es caprichoso. No el que más lo intenta tiene por qué marcar antes...
El Olympique de Marsella fue muy superior al Atlético de Madrid en los veinte primeros minutos de la final.
La primera ocasión la tuvo Germain. Payet hizo una gran contra y se la dejó a su compañero... pero se puso nervioso en el mano a mano contra Oblak y el disparo acabó fuera.
Apenas dos minutos después, el Olympique de Marsella tuvo otra. Dos ocasiones en los primeros minutos del encuentro desperdiciadas.
Payet también tuvo su ocasión justo antes de que Griezmann viera puerta. Poco a poco, el Atlético empezó a encontrar sus espacios y a sentirse cómodo en Lyon.
Y si tienes al más listo de la clase... la balanza termina por decantarse de tu lado. Anguissa perdió el balón, Gabi se la dejó a Griezmann y el 'Principito' no falló.
La superioridad en el juego del Olympique de Marsella no se tradujo en goles. Griezmann sacó brillo a un fallo del equipo francés y le dio la tranquilidad a los rojiblancos de irse por encima en el marcador al descanso.