Arrancó el encuentro con un intercambio de imprecisiones, donde ni Nápoles ni Leipzig conseguían dominar a su rival, exhibiendo cierto nerviosismo con el balón que generaron un carrusel de pérdidas innecesarias.
Con el paso de los minutos, el líder de la Serie A sacó a relucir su experiencia y sembró el pánico en Alemania con un lanzamiento al poste de Insigne, que luego invalidó el árbitro por fuera de juego.
Del balón al palo al 0-1. El italiano arrancó desde el carril izquierdo, para firmar una triangulación con Hamsik y Mertens que Gulacsi apenas pudo desviar para que Zielinski empujara a placer.
Sin embargo, el Leipzig no se sintió amenazado hasta que en el minuto 87, cuando Callejón aprovechó un balón al espacio para encontrar a Insigne en el segundo palo.
Demasiado tarde para un Nápoles que intentó la machada hasta el último suspiro, pero el Leipzig se mantuvo estoico y los de Sarri se quedaron a las puertas de los octavos de final de la Europa League.