El Espanyol se cercioró de que 150 aficionados del Barça, algunos miembros de los Boixos Nois, no entraran en el coliseo blanquiazul para la ida copera de cuartos. Un partido en el que el Espanyol consiguió al triunfo.
Al parecer, y siempre según la citada fuente, el Espanyol detectó que estos seguidores habían comprado sus localidades por medio de tour operadores, algo que pusieron en conocimiento de los Mossos.
El cuerpo policial descubrió al grupo en un bar cercano, donde habían roto botellas y encendido bengalas. Las entradas fueron requisadas y, por tanto, se marcharon de los alrededores del estadio.