Los aficionados del West Ham invadieron el campo con una tremenda pitada al palco de honor durante el partido ante el Burnley, que perdió por 0-3.
Los hinchas 'hammers' dirigieron su protesta hacia Sullivan, demostrándole que están hartos, ya que consideran que es el culpable de la inestable situación del equipo desde hace varias temporadas.
Según afirma el diario 'The Sun', Sullivan se ha cansado y estaría dispuesto a dimitir. De acuerdo al citado medio, una fuente interna del West Ham dio información sobre el cambio de asiento del empresario: "Va a ser reubicado (ante el Southampton) en las últimas filas para evitar la confrontación con los aficionados".
No es la única medida que ha tomado el club tras la invasión de campo. El West Ham ha blindado el palco presidencial con una barrera de guardias de seguridad para evitar que este sea invadido o vuelvan a tirar objetos contra él.