Después de tres pinchazos consecutivos, completó un gran encuentro ante el Pontevedra para renovar su ego en Segunda B e intentar mirar de nuevo hacia el ascenso.
Pudo haber sido una goleada mayor de haber tenido más puntería. Dani Gómez abrió la lata de penalti al filo de la media hora. Eso asentó a los de Solari.
El Pontevedra, impotente, encajó un tanto sicológico merced a un tiro de Reguilón en el segundo palo remachando un córner.
Los gallegos se desconecaton y, mediada la segunda mitad, Óscar cerró su gran partido con un magnífico gol de falta directa.