No hay manera de tumbar al City. Eso sí, hacía tiempo que nadie estaba tan cerca, si es que se puede considerar así ir ganando 0-1 al descenso. Desde luego, es lo más dañino que se le ha podido hacer al equipo de Guardiola en el fútbol británico. Un tanto de Barnes a los 25 minutos, aprovechando un mal despeje de Stones que dejó al delantero solo ante Bravo para batirle por la derecha, hizo saltar la sorpresa temporalmente.
El 0-1 vino de perlas al nuevo planteamiento ultradefensivo del Burnley. Confiado o sorprendido, lo cierto es que el City apenas carburó. Debió haber charla de Guardiola al descanso o cubitos de agua fría, porque el equipo 'citizen' recuperó su cara avasalladora. Se hizo con el balón de manera tiránica y los jugadores de Sean Dyche se desubicaron. Fruto de ello, su defensa regaló el empate al 'Kun' Agüero.
Sin tiempo para asumir el mazazo, el argentino completó un doblete exprés en dos minutos, del 57 al 59. En ese momento, el Manchester City se percató de que seguía jugando con el traje de superhéroe. El sueño de alcanzar la cuarta ronda de la FA Cup se convirtió en tormento para el Burnley. No se conformaron los de Guardiola. Sané recibió un buen pase de Silva con 20 minutos por jugarse.
Guardiola sumó a De Bruyne a la fiesta y el belga le correspondió sirviendo el cuarto en bandeja a Bernardo Silva para que cerrara la cuenta.