El Bayern de Múnich despertó a tiempo de la pesadilla y derrotó al Hoffenheim en un vibrante partido en el que hubo de todo.
Y eso que los del técnico catalán tuvieron que remontar el gol más rápido de la historia de la Bundesliga. Tal fue la empanada con la que los bávaros salieron al terreno de juego que, pese a sacar de centro, a los 9 segundos ya habían encajado un tanto en contra.
En concreto fueron 8,9 los segundos que Volland tardó en hacer el 1-0 después de varios errores en cadena de la defensa alemana. Con el marcador en contra, el Bayern sufrió mucho para llevarse el choque y no fue hasta el 41 cuando Müller logró empatar.
La reanudación fue aún más espectacular y tuvo de todo. Vidal pudo adelantar a los suyos en el 65, pero su remate se estrelló en el palo, y, en el 73, el Hoffenheim pudo haber desnivelado el partido si Polanski hubiera aprovechado el penalti cometido por Boateng, que además vio la segunda amarilla en la acción.
Con un hombre menos, el fallo espoleó al Bayern de Múnich, que se volcó sobre la portería de Baumann. Dos nuevos remates al palo de Müller en el 80 y el 88 precedieron el tanto salvador de Lewandowski en el descuento.
Segunda victoria en la Bundesliga para un equipo bávaro que deja claro a sus rivales que no le pueden perdonar o lo acabarán pagando.