Ni el más optimista de los barcelonistas auguraba en verano un enero tan placentero como el que está teniendo el cuadro 'culé'. Desde la atalaya de su primera plaza liguera contempla las dudas del Madrid, al mismo tiempo que hace hueco para la llegada de nuevos refuerzos.
Por si fuera poco, el 2018 ha traído para Valverde la vuelta de Dembélé, el fichaje estrella del verano. El francés apenas tuvo tiempo de demostrar nada y ahora se ha convertido en el primer 'fichaje' invernal de los azulgrana. Ante el Celta, Dembélé volvió a sentirse futbolista.
Esto quiere decir que la 'MSD' volverá a juntarse más pronto que tarde, quién sabe si este mismo fin de semana. Espera con ansia al afición del Barça ver de nuevo a los tres tenores del ataque. La magia de Messi, el gol de Suárez, el desborde de Dembélé.
Ahora toca detenerse en el mercado invernal, que parece va a hacer las delicias del Barcelona varios años después. Como nota anecdótica llama la atención que en 'can Barça' no fichan en enero desde que firmaron a Afellay, allá por 2011.
La joya absoluta de la corona es Coutinho, cuyo futuro es más azulgrana que nunca. Tienen claro en el Barça que hay que soltar la pasta por el brasileño, por el que podrían pagar hasta 160 millones de euros. Un futbolista total, listo para dar un salto más en su carrera. Un 'crack', en resumidas cuentas.
La otra pieza que está también cerca de unirse a la tropa de Valverde es Yerry Mina, el prometedor central que abandonará Palmeiras para recalar en LaLiga. Necesita refuerzos en la zaga Valverde para afrontar lo que resta de campaña y parece que Yerry Mina será su hombre.
Motivos de sobra tiene el barcelonismo para ilusionarse con lo que está por venir. El equipo funciona como un reloj, tienen al Madrid perdido y todo lo que asoma en el horizonte son buenas noticias. Eso sí, las cuentas se rendirán en mayo.