Según publicó el diario 'AS', el Barcelona contactó con Griezmann en diciembre de 2016, de manera informal, pero con la intención de sentar las bases para una futura operación.
Asimismo, urge recordar que el conjunto azulgrana ya trató de incorporarle con anterioridad para el filial sin éxito y Kiko Femenía acabó recalando en el Miniestadi.
De ahí que las palabras de Amor hayan encendido tanto a la parroquia 'colchonera', que temen ver a su estrella galopando por el Camp Nou.
Aunque se nieguen a hablar de ello, en el Barcelona están convencidos de la rentabilidad del fichaje de Griezmann el próximo verano.
Nadie duda de que el club amortizará los 100 millones de euros de inversión en un jugador que ansía "comer en la misma mesa que Cristiano y Messi".