El centrocampista italiano aseguró en una conversación para 'Canal Football Club' que la cartulina roja que recibió a la hora de partido en el choque de vuelta, que acabó decantando el partido hacia el lado blanco, no fue injusta.
"¿La roja contra el Real Madrid? Lo pienso de nuevo y es una tarjeta tonta, pero como quería ayudar al equipo, perdí un poco la cabeza. No dije nada desagradable ni ningún insulto, pero fui agresivo y el árbitro no se equivocó. Tuvo razón al expulsarme", comenzó explicando.
Con su autocrítica, también habló sobre lo que significa para él el fútbol: "Claro que hubiera necesitado más madurez. Hay que tenerla siempre en la vida, pero en el fútbol, a veces, también hay que ser niño".
"Tengo que progresar anotando goles, haciendo asistencias y mantiendo la cabeza fría durante los partidos sin perder los nervios", continuó exponiendo sobre la valoración que hace, semanas más tarde, de aquel momento.
Ya es tiempo para mirar hacia delante y, por ahora, parece que su futuro está en París: "Mi ambición ha sido siempre seguir aquí. Este es un gran proyecto y estoy contento por haber decidio quedarme en verano. Quiero seguir ganando en París".