Unos acabarón la Liga Sueca la pasada temporada sin lograr la clasificación europea para la presente temporada. Y los otros, los todopoderosos 'gunners' de Wenger, siguen peleando por entrar en la Champions League y por disputar los títulos en Inglaterra.
La enorme diferencia entre ambos no permitió una victoria holgada de los locales, como se esperaba, tras el 0-3 de la ida en Suecia. No permitió tan siquiera una victoria pírrica. Ni un empate.
El Arsenal bordeó el ridículo y cayó ante un Ostersunds que quedó apeado de la Europa League, pero que hizo una demostración de cómo jugar con agallas y clase ante un rival mcho mayor.
Los suecos hicieron el 0-1 en un contragolpe de Aiesh en el minuto 22 y, sólo un minuto más tarde, Sema, en una grandísima acción individual, puso el 0-2.
Saltaban todas las alarmas en Londres, pero el Arsenal, horroroso, no era capaz de reaccionar. Mientras unos hacían todas las ayudas y coberturas, los otros, los de Wenger, se limitaban a intentar un pase milagroso o una pared absurda dentro del área.
Aunque Kolasinac amagó con arreglarlo tras el descanso con el 1-2, lo cierto es que el Arsenal no dio la sensación de poder al menos empatar hasta los últimos compases, cuando el cuadro sueco se volcó en busca de un imposible.
Ni con esas pudo el Arsenal conseguir evitar una derrota que volvió a llevar las quejas a las gradas y que deja a Wenger, por enésima vez, más fuera que dentro.