El parón llegó de la mano de una imagen que estremeció a todos los fans del equipo turinés, la de Dybala llorando tras caer lesionado frente al Cagliari. La 'Joya' salió del campo cabizbajo y tapándose los ojos con sus dedos. Desolación total. Poco importó que la Juve ganara ese día los tres puntos (0-1).
Más de dos semanas después y con Dybala recuperándose de su problema muscular de grado "leve-medio", que resultó ser menos importante de lo esperado, la Juventus tiene el objetivo de olvidarse de todos sus fallos en la primera vuelta y revertir la situación en la que se encuentra de aquí a mayo.
El campeón de las últimas seis ediciones de la Serie A no puede rendirse y tiene tiempo para darle la vuelta a la tortilla. Se encuentra a cuatro puntos del Nápoles y si gana frente al Genoa se colocará sólo a uno, presionando al equipo italiano.
La Juve debe evitar tropiezos como el de la segunda jornada frente al Atalanta (2-2) o el de la tercera frente a la Lazio (1-2). Tampoco puede repetir un resultado como el 3-2 ante la Sampdoria. No puede fallar.
No hay margen de error, pero sí optimismo. Es la hora de volver a dar un golpe sobre la mesa y todo pasa por el choque de este lunes, que podría significar su quinta victoria consecutiva. A partir de ahí, mirar partido a partido. Por ahora, el 'goalaverage' contra el Nápoles es positivo (ganaron 1-0) y las lágrimas de Dybala ya se han olvidado. Ahora toca buscar la sonrisa.