El delantero inglés, mostrando un tono arrepentido, se excusó sobre su detención por conducir un coche en estado ebrio: "Supe de inmediato que había cometido un error estúpido y que tenía, por ello, que seguir adelante".
"No fue nada agradable. Traté de pasar página y aprender de ella. Aprendo de todo lo que hago y de cosas así, también", aseguró el delantero, que se encuentra realizando trabajos para la comunidad en un centro de jardinería en el que reconoció estar disfrutando.
Pero, si tuvo algo complicado para Rooney esta polémica fue el jucio de su familia: "Tengo niños y no es nada bueno para ellos ver cosas así de su padre. Cometí un error estúpido y decepcioné a mis hijos".