Los siete puntos que se ha dejado el Madrid en el inicio de Liga ha despertado algunas dudas en el seno del flamante campeón de Champions, que adolece de lo que más presumía: capacidad goleadora.
Aunque de cara al público insisten en mantener plena confianza en su juego, la sensación es que hay un fantasma que les persigue y está provocando que cierto nerviosismo anide en los jugadores de cara a portería.
No extraña, entonces, que Zidane haya dedicado gran parte de la sesión en el césped del Signal Iduna Park a afinar la puntería. Más allá de los ejercicios habituales, el técnico francés no quiere perdonar más ocasiones ante el Borussia de Dortmund.
En el Real Madrid son conscientes de que una victoria en Alemania encauzaría el camino hacia la clasificación, resultando un gran golpe de autoridad en la carrera por liderar el grupo.