Recorrer más de 2000, 3000 y 5000 kilómetros... para nada. Eso es lo que vivieron aficionados que llegaron desde México, Australia, Croacia, Alemania, Colombia, Uruguay... y varios países más, con tal de ver al Barça en su estadio. Para cumplir un sueño que se esfumó por cuestiones políticas.
Y justo por esto, la mayoría de los extranjeros que llegaron a la Ciudad Condal para vivir un partido en el feudo azulgrana se acabaron marchando cabizbajos y bastante enfadados con el trato recibido.
"Ya no soy del Barça nunca más. No quiero saber nada más de este equipo", destacó Maurizio Antera, un aficionado alemán, al diario 'El Español', que publicó recientemente un reportaje sobre estos 'olvidados' por el club catalán. "Nadie supimos nada hasta última hora. No nos han informado y ahora nos dicen que el dinero ya nos lo pagarán, que lo reclamemos por internet", siguió apuntando.
Audrey Curiel y Antonio Quintero, de Monterrey (México), revelaron la situación de incertidumbre que vivieron hasta última hora: "Le pregunté a la chica de la ventanilla si tendríamos algún problema. Se escuchan cosas y no se sabe que van a comprar. Pero ella me vendió las entradas. Me dijo que no habría problema. Todo eso... a una hora del partido".
"Ahora mismo no quiero saber más del Barça", sentenció Álvaro Vera, un aficionado colombiano del club. "No volveremos nunca", dijo, acompañado de Mery Romero, una familiar.
Otros ejemplos como el de Elay Fishel, israelí, que organizó un viaje relámpago para llevar a su hijo a Barcelona con tal de ver a Messi, o el de Nada Rakic, una ciudadana de Croacia que ahorró durante meses para venir a Barcelona, son más casos de lo que perjudicó el referéndum al fútbol... y a los que vinieron desde lejos para vivirlo. También es destacable el caso de la familia australiana que compró una entrada hace meses para ver a Neymar... y además de no poder contemplar al brasileño, acabaron sin disfrutar del equipo.