Tony Sanabria muestra su mejor versión en el Betis

Sanabria parece haber encontrado en estas nueve jornadas disputadas ese estado de gracia en el que los delanteros ven más grandes las porterías y en el que, con los dos pies o con la cabeza, casi todo va entre los tres palos, lo que ha hecho que se sitúe en las alturas de los máximos goleadores con seis tantos, sólo superado por Lionel Messi con once y Simone Zaza y Cedric Bakambú con ocho.

Olvidados los problemas en el pubis que desde su llegada lastraron su rendimiento, el punta paraguayo ha anotado ya el doble de goles del año pasado y entrado en un selecto grupo de delanteros béticos que lograron en su día anotar en cinco jornadas consecutivas: Simón Lecue, Fernando Ansola, Hipólito Rincón, Alfonso Pérez Muñoz y Achille Emaná.

Tony Sanabria (San Lorenzo, 1996), quien llegó al Betis hace dos veranos traspasado por el Roma por unos seis millones de euros por el cincuenta por ciento de sus derechos, ha emergido este año tras pasar por el quirófano el pasado junio a instancias del vicepresidente deportivo bético, Lorenzo Serra Ferrer.

Pronto, el internacional paraguayo se ha convertido en una pieza fundamental en los esquemas del entrenador bético, quien ha visto en las prestaciones del punta internacional paraguayo una garantía para convertir su olfato goleador en puntos decisivos, como los tres logrados en el Bernabéu por un gol suyo sobre la bocina.

Desde ese 20 de septiembre en Madrid, Tony Sanabria ha marcado ante el Levante, Real Sociedad, Valencia y Alavés y se ha erigido en un puntal del esquema del cántabro y de los dieciséis puntos que tienen al Betis clasificado en séptima posición, empatado con Villarreal, sexto, y Sevilla, octavo.

El internacional paraguayo, de 1,81 metros de estatura, destacó tras el triunfo ante el Alavés, en el que fue autor del gol que abrió la lata, que en estos momentos se acuerda de su familia, que "hagas bien o mal las cosas, siempre va a estar a tu lado".

"Que ahora esté así se lo debo a ellos, a los recuperadores del club y a los servicios médicos. Ahora me encuentro muy cómodo dentro del campo y con mucha confianza", reconoció Tony Sanabria de su estado de forma, su nivel de juego y su acierto ante las redes contrarias.

Tony Sanabria llegó a la cantera del Barcelona en 2008 desde Paraguay porque su madre emigró a Sitges por motivos laborales; debutó con el filial barcelonista en 2013 y en enero de 2014 se marchó a Italia para jugar primero cedido en el Sassuolo y, posteriormente, en el Roma.

En la campaña 2014-15 se estrenó con el primer equipo del Roma, que en la siguiente lo cedió al Sporting de Gijón, con cuya zamarra disputó 30 partidos oficiales y marcó 11 goles, los que hicieron que el Betis pusiera sus ojos en él y lo fichara para las próximas cinco temporadas.

El ariete firmó una primera temporada en el Betis con sólo tres goles en 22 encuentros ligueros y otro en dos de Copa del Rey, ya que una pubalgia que le dio la cara en su primeros días como bético impidió que saliera a relucir su mejor versión.