Su acto tradicional no le sentó nada bien a la afición del Atlético, que inundó las redes sociales con insultos y reproches. Los aficionados 'colchoneros' lo tomaron como una afrenta a su estadio en su despedida.
Pero, nada más lejos de la realidad, la intención de Piqué era bastante buena, de hecho, el central catalán pasó de ser odiado por la afición a ganarse el respeto de la misma unos minutos más tarde.
Y es que, Gerard reveló que ese trozo de red no era para él: "Tengo en mente sortearla con los socios del Atlético de Madrid". Sin duda, una decisión que le sirvió, sin duda, para llevarse el cariño de la afición del equipo madrileño.