Porque, seamos realistas. Por mucho que ahora Guardiola y Mourinho dirijan a dos irreconciliables rivales de la misma ciudad, su rivalidad jamás será tan insana, tan nociva, tan infame como fue en España.
Será importante porque, tras suspenderse el duelo de la pretemporada pasada en China por las lluvias torrenciales, este partido será el primer Derbi de Manchester que se juegue fuera del Reino Unido. Y uno de los pocos jugados fuera de su ciudad, claro.
Será un duelo más emotivo que trascendente, porque es el primer partido de pretemporada del City, frente a los dos que ya han disputado los 'red devils'.
Será emotivo porque las camisetas que portarán los rivales serán vendidas y los beneficios irán a parar a las víctimas del atentado sufrido por la ciudad de Manchester hace unas semanas.
Primer gran partido de la pretemporada para ambos (lógico por otro lado para un City que apenas la ha comenzado). Se jugará en Houston, Texas, a casi 8.000 kilómetros de casa, y ante los 70.000 espectadores que abarrotarán el recinto.