El Barcelona se encuentra a un paso de anunciar el fichaje de Paulinho, quien dejará China tras un par de temporadas para recalar en todo un grande del fútbol europeo.
Sin embargo, y aunque suene extraño, esta no será su segunda experiencia en Europa tras su paso por el Tottenham, sino la cuarta, pues pasó por Lituania y Polonia mucho antes de hacerse un nombre en el mundo del fútbol.
La carrera de Paulinho es una historia de superación personal constante. A los 18 años, el jugador fue cedido por su equipo en Brasil, el Audax, al Vilnius de Lituania. No es una edad a la que los brasileños suelan llegar a Europa, pero el centrocampista decidió probarlo en un fútbol tremendamente competitivo e igualado.
No tuvo excesiva suerte y tampoco atrajo demasiada atención, aunque otro modesto, en este caso del fútbol polaco, se animó a contar con él sólo un año más tarde. El LKS Lodz apostó por su contratación y, con 19 años, Paulinho repitió cesión en Europa.
No volvería al viejo continente hasta 6 años después, cuando el Tottenham le fichó en plan estrella por casi 20 millones de euros. Había brillado en el Corinthians y dejó ver detalles de gran clase en la Copa Confederaciones, que Brasil se llevó en casa y a lo grande ante España.
Pero tampoco funcionó lo del Tottenham y fue el Guangzhou Evergrande el que lo rescató para el fútbol del más alto nivel. Tras dos grandes campañas en China y con galones en la intratable Selección Brasileña, Paulinho llega a Barcelona para demostrar que también puede hacerlo bien en un grande. El 'Casemiro' del Barça ya está aquí.