Este verano volvió Marcos Llorente a la 'casa blanca'. El chaval hizo una temporada redonda en el Alavés, y parecía ideal para dar descanso a Casemiro. Pero no.
Mateo Kovacic tuvo que dar un paso al frente y cerrar la puerta al recién llegado. Ha pasado de estar al borde del traspaso a ser el primer suplente de Zidane para el centro del campo.
Porque por su polivalencia, Mateo Kovacic puede hacer de Casemiro o de Kroos o de Modric sin problemas. Y, para deleite de la parroquia merengue, ante el Barcelona se coronó.
Lo mismo que Marco Asensio. El chaval ha dado otro paso al frente, más grande si cabe que el de su compañero Kovacic. Porque su buena pretemporada y sus partidos en la Supercopa han llegado ha colocarle al nivel de, por ejemplo, Bale.
Bendito problema el que tiene Zidane. Porque el Madrid tiene ahora mismo un banquillo por el que suspirarían muchos grandes equipos de Europa, pero para su once titular.