El conjunto visitante se encontró una y otra vez con el guardameta local, que desbarató todas las ocasiones que le llegaban, haciendo que sus rivales se desesperaran.
Cruzeiro obtuvo su premio con un gol en el minuto 36. La alegría le duró poco porque instantes después cometería un penalti, dándole la oportunidad a Fluminense de empatar el partido.
Finalmente, ambos equipos se llevaron un punto, aunque el conjunto visitante tuvo más ocasiones y generó más peligro a lo largo del encuentro.