"¿Dimitir? No. La cuerda floja siempre es el entrenador, pero nunca encontraréis en mí desánimo o que deje de trabajar. Tengo mi responsabilidad, que es mucha. No tengo nada que decir. Cuando los resultados son malos, aquí está el responsable. Pero en ningún caso pienso abandonar a los chicos, ellos creen en mí", señaló el entrenador del Málaga.
Sobre el partido ante Las Palmas, ofreció su visión: "Empezamos bien, hicimos trabajar al portero rival. Encajamos el gol, el equipo se ha recompuesto y nos hemos encontrado ese gol que ha sido muy duro. Más allá de las ocasiones que tuviéramos al final, el partido estaba roto".
Míchel no quiere caer en el desánimo. "Hemos tenido resultados malos con equipos en situaciones similares a la nuestra. Hay que arreglarlo, no nos podemos venir abajo pronto. ¿Preocupado? No lo estoy. A ver, lo estoy, es lógico, pero ya lo dije: tenemos equipo para mucho más. Este campeonato está siendo muy duro para nosotros. Cada error nos cuesta un gol. Así es Primera División", declaró.
En cuanto a los pitos que se oyeron contra el propietario Al-Thani, Míchel contestó: "La gente ha acudido y ha llenado el estado, siendo lunes y la gente trabaja, los niños tienen colegio... La afición ha estado con nosotros pero esta afición, que ha tenido altibajos salvo los años de Champions, estaba con ilusión. También es duro para ellos. No hay nada que reprocharles nada a ellos, ni a mis jugadores, que no pierdan los nervios. Estamos comenzando, pero es verdad que los síntomas son desagradables".
"Es una situación extraña, con los resultados lo normal es mirar a otro sitio, quizá tenga la afición información de otros años. No puedo valorar. Soy más de integrar que de dividir. Para dividir están los resultados", comentó Míchel, que recordó experiencias pasadas: "Sevilla, Marsella, Getafe... Ya viví antes situaciones pintorescas. No pensaba el año pasado en echar raíces, sí en que es un deseo, pero no pienso que sea insalvable. Es una situación que no es insalvable".