El conjunto 'gunner' venció al 'blue' por 2-1, pero el marcador ni por asomo correspondió a las ocasiones que se vieron en Wembley, la inmensa mayoría firmadas por el Arsenal.
El plan de Wenger triunfó en una final vistosa, intensa y emocionante hasta su desenlace. Si el Chelsea perdió por 2-1, fue porque el Arsenal no tuvo tino ni excesiva fortuna: más allá de los goles, estrelló el balón tres veces en el palo y Cahill sacó dos pelotas prácticamente en la línea.
El Chelsea, flamante campeón de la Premier League, se tropezó contra un Arsenal que se confirma como rey de la FA Cup. El conjunto del norte de Londres supera al United en trofeos coperos (13 por 12). Siete las conquistó con Wenger. La copa más prestigiosa del planeta lleva la firma 'gunner'.
El técnico alsaciano tiene su futuro en el aire. Por primera vez en dos décadas, el Arsenal no jugará Champions tras una temporada con más bajos de los esperados. Pero el gran Wenger que tiempos añejos volvió a emerger para encontrar las grietas de un Chelsea ya mentalmente de vacaciones.
Wenger arriesgó con Ospina, Mertesacker y Chamberlain y triunfó. Desde el inicio se hizo con el balón y mordió al Chelsea en cuanto lo perdió. El bloque de Conte, con Hazard, Pedro o Kanté desconectados, apenas era una sombra sobre el césped de Wembley.
Marcó Alexis tras una jugada polémica y el Arsenal encarriló una final que sólo se le complicó en la segunda mitad por la determinación de Diego Costa. Pese al aluvión de ocasiones 'gunners', Costa empató. No cambió un ápice Wenger su plan y el Arsenal encontró oro en forma de asistencia de Giroud y golazo de Ramsey.
El Arsenal conservó la ventaja hasta al final gracias a una salvadora intervención de Ospina y si no marcó más goles fue porque Özil se entretuvo calibrando su disparo para finalmente reventar el palo. La FA Cup es del Arsenal, es de Wenger. Un Wenger que pudo haber firmado su último milagro.